miércoles, 19 de julio de 2017

Dream

Es un paso más hacia el sueño. Los obstáculos caen si perseveras en empujarlos y, a pesar de todo lo ocurrido, estoy aquí al borde de conseguirlo.

Mucha gente hay a la que deseo dar las gracias por esto. Muchos que han estado ahí desde que todo empezó, apoyándome sin condiciones. Mi madre, mi hermana, mi padre, mis tíos, mis abuelos, mis amigos, mi familia un poco más lejana, a mis médicos incluso, a la perra (que, además de morderme, también da mimos de vez en cuando)... Nacer con una enfermedad crónica y lo que eso conlleva no es fácil, pero no me he rendido ni pienso hacerlo y, contra todo pronóstico, aquí estoy, dándolo todo.

Gracias a todos por empujarme a realizar lo que pensaba que solo era idealizable.

lunes, 29 de mayo de 2017

El primer beso

El primer beso suponía un 8 en la escala de la felicidad. Pero, con el armonioso compás al que se entregaban frenéticos latidos, acelerados y atropellados en una carrera sin ganador, simplemente cualquier realidad se desdibujaba. Tampoco podía comparar, porque era desconocedor de lo que se sentía cuando la ventura embargaba, y la similitud de estar a las puertas del cielo en un roce tan pletórico simplemente angustiaba hasta el punto de olvidar que respirar era necesario para mantenerse vivo. Roce súbito cual tempestad anhelada, la lluvia necesaria para apagar la sed, el flujo incoherente de pensamientos en blanco.

Siempre pensó que estaría nervioso al primer beso, que no sabría cómo reaccionar, que se perdería en un mar de inseguridad cortejado por labios ajenos; nada más lejos de la realidad, desvaneciéndose esta mientras a su alrededor todo perdía el sentido, y el sutil apego de carnosidades en lentos movimientos era el maestro de orquesta perfecto para transformarse en la camaleónica esencia de un experto sin antiguas experiencias. Cinco eran los sentidos, que en el más puro cortejo estaban todos localizados en el secreto profesado del arte de besar: el gusto por la dulzura, el tacto de lo erótico, la vista nublada que no era necesaria, el oído que zumbaba interrumpido por chasquidos de besos, y el aroma a vino añejo que lo lanzaba al filo de la irrealidad. Calculó los movimientos, trémulos los dedos por el aumento de adrenalina, que lo llevaba a sufrir la arritmia del enamorado, y las mariposas en el estómago le hacían volar incluso tumbado en la cama; alzó la mano a relegarla en su nuca, temblando como si se tratara de una mariposa enfrenta a la tempestad, y la separación al ritmo sinusal desfogado le provocó un silencio abrumador: las palabras se unieron, creando el hilo de una ilusión que solo en los libros había vivido, y le miró a los ojos en la antítesis de hallarse perdido y haberlo encontrado.


¿Qué realidad, si ahora todo su mundo giraba en torno a ese universo violáceo que le arrebata la errática respiración? La separación, las palabras, fueron suficientes para darse cuenta de dónde estaba, y quién era, procesando lo ocurrido, la realidad de lo vivido, la experiencia más satisfactoria que recordaba. Se mordió el labio inferior, e inconscientemente lo fue soltando, poco a poco, en una caricia sensual de la que desconocía la magia. ¿Quería seguir? ¿Hasta dónde estaba dispuesto a arriesgar? No podía seguir jugando, llevaba todas las de perder. Pero la agonía por la supervivencia fue el arrebato más idílico, y alzó la cabeza para volver a buscar los labios, queriendo que el maestro le mostrara que había esperanza incluso más allá de un simple sueño.

( He tratado de hacerlo impersonal, pero ha salido así. Esto es lo que sucede cuando se lee mucho a Bécquer y te da la inspiración )

jueves, 23 de febrero de 2017

Si las memorias transfundieran...


Gozando de la falsa empatía perfumada, de los salobres espejos de una sociedad difusa, del embrión no nato que ya se remueve por la perfidia de lo que a las barreras transgrede. De los lobos inconmensurables que ya ni a esconderse bajo pieles de cordero acuden, porque puede más el miedo, aunque no por ello las mentiras pierden afición. Lo que quede al final de esta tragicomedia aún está por escribirse, y la pluma en nuestras manos está, solo es necesario encontrar la tinta a la que atenerse, que a nuestra elección quedará: ¿será de aroma a podredumbre o de refulgente amanecer de verano? El tiempo dirá, independientemente de si lo vemos o no.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Inmunoterapia bien utilizada

No sé si alguna vez lo he publicado por aquí, pero he tenido dos tipos de cáncer y, como tal, me he sometido a quimioterapia bastante agresiva, e incluso a esa semi-desconocida radioterapia.

Muchos de vosotros también sabréis de mi lado científico, mi afán por saberlo todo y esa duda metódica que salta en momentos en los que veo este tipo de artículos. Si bien no me fío mucho, y habría que remitirse a la publicación original (en inglés, por supuesto), quién colgó esta noticia es profesor mío en la universidad, Inmunólogo, y me fío bastante de su criterio (a pesar de que patina algunas veces en ciertos aspectos, como el trasplante de médula ósea, por ejemplo).

Esta noticia redacta, de manera resumida (es bastante extensa pero, insisto, habría que ver la extensión del artículo original), los experimentos que se han llevado a cabo para tratar de que nuestro sistema inmune (quién ya de por sí elimina células cancerígenas cuando su proliferación es muy pequeña) sea la "quimioterapia sana", por así decirlo, contra algunos tipos de cáncer. A pesar de que el título de la noticia (El tratamiento contra el cáncer que sustituirá a la quimioterapia) es puramente sensacionalista, ya que los primeros experimentos son relativamente concluyentes (no se sabe si la cura es total o parcial) y toda esta investigación está aún en pañales, creo que es una línea de búsqueda que, si sale bien, podría suponer un enorme avance

Sin más dilación, aquí os dejo la noticia, por si alguien quiere echar un vistazo más a fondo: El tratamiento contra el cáncer que sustituirá a la quimioterapia

jueves, 31 de diciembre de 2015

Gracias, 2015. Bienvenido, 2016.

Jamás hago propósitos de año nuevo. ¿Por qué? Bueno, pues porque soy una persona a la que le gusta vivir el momento. ¿Qué surge algo en algún momento del año? Pues, dependiendo de la situación en la que me encuentre, cómo esté yo físicamente y de lo que se trate, entonces ya decido si lanzarme a hacerlo o no.

Hay otras muchas cosas en el año que vienen sin que te lo esperes, a las que no puedes negarte porque es algo que escapa a ti, algo incontrolable. Me diagnosticaron una enfermedad un tanto grave, que me permitió seguir adelante porque soy más cabezona que una cabra montesa, sí, las de los cuernos. Pero llega un momento en el que, por mucha voluntad que tengas, a veces este tipo de situaciones pueden contigo, y el cuerpo dijo que "hasta aquí hemos llegado". Fue entonces cuando no me quedó más remedio que ponerme en manos de los médicos y confiar en que todo saldría bien. Solo quedaba esperar y seguir con la voluntad por delante, al pie del cañón, y aguantar hasta que todo se solucionase. Tuve mis momentos de bajón, pero ahora estoy aquí, y eso es lo que importa. El problema aún no está del todo solucionado pero, después de todo lo pasado, esto es pecata minuta, como quién dice.
Como siempre, primero se empieza por la mala noticia. Ahora iremos a por la buena: no soy muy social. Debido a mi situación en la que tiendo mucho a enfermar (desde pequeñita), me cuesta salir de casa, soy introvertida, callada y tímida, así que hacer amigos nunca ha sido mi fuerte. Pero, a veces, llega gente a tu vida de la forma más inesperada. Conocí a una chica por Twitter, de esto que te pones a hablar con alguien desconocido por esa red social, y resultó ser alguien con quién congeniaba que ni yo me lo creía. Al principio solo eran mensajes directos (los mensajes privados de toda la vida) por eso mismo que os he dicho, que soy tímida y no me atrevía a pedirle su número para hacerlo todo un poco más personal. Fue ella la que lo hizo, aunque resultó gracioso al estar en la  misma situación que yo. Hemos reído, nos hemos animado, y ha resultado uno de mis mayores apoyos en todo este proceso. Desde aquí, quiero darle las gracias por llegar a mi vida como lo hizo, por las tonterías que compartimos, por nuestros desvaríos post medianoche (y a veces antes), por las palabras inventadas que resultaron ser como un código, por su apoyo incondicional, por esas cosas increíbles que nos suceden cuando nos pasan cosas similares, por estar ahí aunque no hablemos todos los días. Gracias por todo, de verdad, creo que no habría palabras en el mundo para expresar la gratitud por haber hecho que conociera a esta persona.

Y, bueno, dejando atrás el momento emotivo, quería felicitaros a todos este fin de año, que paséis una nochevieja increíble, independientemente cómo y con quién, y os deseo de corazón que tengáis un 2016 mucho mejor que el 2015. La puerta a cualquier posibilidad está abierta, no la cerréis nunca.

Con esto, finalizo la que posiblemente sea la entrada más larga de mi blog. 

sábado, 14 de marzo de 2015

Ciencia vs. Mitos/Leyendas Urbanas

Debido a la falta de conocimiento científico, en el pasado se creaban muchas leyendas urbanas para explicar cosas que no se entendían o, simplemente, para tratar de seguir un poco las corrientes (económicas, religiosas, artísticas) del momento.

Por ejemplo, algunos de los mitos más conocidos tienen que ver con la menstruación de las mujeres. ¿Quién no ha oído aquello de "Si una mujer mestruando hace mayonesa, se corta"? En serio, no sé qué tipo de persona machista dijo algo así, pero lo llego a pillar y no tiene sitio para correr. O también aquello de "Las mujeres mestruando no puedes ducharse porque se les corta el periodo" ¿En serio? Quiero decir, cuando menstruas, lo suyo es que te duches más veces porque esa es una zona muy delicada y pasa TODO EL DÍA húmeda y en contacto con la sangre. Puede que sea un tema un poco tabú, pero alguien tenía que decirlo.

Dejando un poco de lado esos mitos, y para evitar que me exaspere, quiero hablaros de uno muy extendido y que se ha demostrado científicamente que lo han estado y lo están (sí, muy triste, pero aún se lleva) haciendo mal. Supongo que os suena la situación de cuando tienes fiebre, estás tapado hasta las orejas y tu madre (o quién sea) te dice que te destapes y así te baja la fiebre. ¿Lógico? En realidad no, porque aunque estés a 30 grados bajo cero, como el cuerpo diga que quiere tener fiebre la va a tener. Bueno, pues lo que se ha comprobado, es que cuando alguien tiene fiebre, lo que tiene que hacer es tomarse algo y taparse más hasta que la temperatura corporal comience a bajar lentamente. ¿Por qué? Porque la primera reacción del cuerpo cuando tiene frío es ponerse a temblar. Pero si la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del cuerpo es demasiado grande (como sucede cuando tenemos fiebre) lo que va a hacer nuestro cuerpo es ponerse a temblar. Si la diferencia sigue aumentando, podemos caer en un shock térmico y ponernos a convulsionar. Está probado científicamente, así que no me estoy inventando nada.

lunes, 9 de marzo de 2015

Inconformista

Siempre me pasa lo mismo: cuando escribo algo, lo voy corrigiendo según escribo. Cuando termino lo que he escrito lo leo y corrijo las partes que no me gustan del todo, quito cosas y meto otras. Lo vuelvo a leer y me pasa lo mismo. Creo que lo hago como tres o cuatro veces por lo menos. Y aún así nunca estoy conforme con como queda al final. Siempre me parece que hay alguna cosa sosa, que sobra o que no está bien explicada para que se entienda bien. Que faltas descripciones, que fallan los diálogos... Que soy muy estricta, leñe. Pero no puedo evitarlo, es parte de mí y lo hago con todas las cosas en mi vida.

Si quieres algo bien hecho, tienes que hacerlo tú mismo. Pero ni aún por esas me conformo. No me considero una buena escritora. Escribo por afición, por mejorar y porque quiero que a la poca gente que me lee le gusten mis historias y ya. No quiero ni puedo vivir de ello, porque no tengo límites para las cosas que me apasionan. La Biología encabeza mi lista de momento, pero es que no podría poner tampoco un número a cuánto me gusta.

Bueno, lo que quería decir: que por muchas veces que repase uno de mis escritos, siempre hay algo que no veo bien del todo. Nunca me convencen al 100%. Y lo peor de todo es que, una vez colgados, cuando los vuelvo a leer, ¡y siempre hay alguna falta de ortografía o de gramática! Que es lo que no entiendo, porque con la de veces que los repaso lo raro sería que se me escapara alguna pero, en fin, qué se le va a hacer. Las cosas son así y no se puede hacer nada más.

Vive la vida

Si lloras de noche porque se ha ido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.